De la presidenta – la última columna

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Esta será mi última columna como Presidenta, ¡lo que me hace sentir muy extraña! Me gustaría dar las gracias a todos los miembros de la WONCA por su apoyo a la Medicina de Familia, y por su trabajo en la WONCA.

Pronto vamos a dar la bienvenida al Congreso Mundial de WONCA en Seúl, en Corea del Sur, donde tendremos muchos temas de los que hablar. Gracias a los esfuerzos del Secretariado y a nuestro Tesorero actual (el Profesor Job Metsemakers), nuestras cuentas están saneadas, y podemos afrontar los próximos dos años con mayor confianza. Estamos muy satisfechos de que una de nuestras personas de contacto dentro de la Organización Mundial de la Salud, la Doctora Shannon Barkley, se nos vaya a unir para formar parte del Consejo. Esto nos ayudará a concentrarnos en esta relación clave y en las diferentes maneras mediante las que podemos trabajar de forma conjunta. De hecho, buena parte de la actividad de la WONCA de septiembre fue generada por parte de la Organización Mundial de la Salud mientras ellos nos estuvieron haciendo consultas, junto con otros gestores políticos, a propósito de las preparaciones con respecto a la conmemoración del 40 Aniversario de la Declaración de Alma Ata: Podéis encontrar más pensamientos y más implicaciones acerca de este trabajo en mi artículo de Fragmentos de Política de este mes de septiembre. Más adelante vamos a daremos más información sobre la Organización Mundial de la Salud y el evento de Astana de octubre donde cinco de nosotros representaremos a la WONCA en esta importante cumbre para celebrar el aniversario de Alma Ata y lanzar una nueva Declaración.

Me sentí muy feliz de poder llevar a cabo dos visitas intercontinentales en el último periodo – a Indonesia, donde me encontré con los líderes del Colegio Indonesio de Atención Primaria (nuestra organización miembro), y di un discurso en uno de sus seminarios, y pude asistir a la ceremonia de graduación de algunos de sus nuevos médicos de familia. Su situación representa un reto, puesto que la Medicina de Familia no ha sido todavía legalmente reconocida como una especialidad, y existe un solo programa de formación en estos momentos – que ¡para un país con 260 millones de personas no es mucho! Pero nuestros colegas están luchando mucho para cambiar esta situación, tienen el apoyo de su Ministerio de Sanidad y la esperanza de que pronto se produzca un cambio.
En su Congreso también hice un discurso a propósito del personal sanitario en el entorno rural, en un evento en que nos acogió una de las universidades, y pude poner el foco en el excelente trabajo que hace nuestro Grupo de Trabajo WONCA en Medicina Rural y presentar mucha de la evidencia de su labor. Indonesia se enfrenta a enormes retos a la hora de proveer a su gran población rural con asistencia sanitaria, una población que vive en un entorno rural disperso, compuesto de más de 17.000 islas, pero los indonesios están haciendo grandes esfuerzos para conseguir implementar la universalidad para toda la población rural – ayudados por la Asociación Indonesia de Médicos Rurales y Remotos (Indonesian Rural and Remote Doctors Association, IRRDA). Conocí a mucha gente apasionada y comprometida con la Atención Primaria y les felicité a todos.

Para cuando se publique este artículo, ya habré estado en el encuentro de la Asociación Mundial de Psiquiatría en México, donde voy a colaborar con un discurso sobre cómo “Hacer que funcione la Salud Mental en el contexto de la Atención Primaria”. Una vez más, estoy agradecida por poder aprovechar y promover el excelente trabajo de nuestro Grupo de Trabajo WONCA en Salud Mental – este es uno de los grandes potenciales que tiene la WONCA, que puede hacer llegar su experiencia desde todos los sitios del mundo para lograr que esta influya en nuestras políticas y presentaciones, y ciertamente este hecho mejora nuestra reputación con otras especialidades. La psiquiatría es a una especialidad que también se enfrenta a muchos retos, y será bueno compartir nuestro aprendizaje y experiencia, puesto que la salud mental es un elemento tan importante de nuestros trabajos.

Finalizaré esta columna con algunas reflexiones con respecto a lo que he aprendido en estos 2 años como Presidenta.

Pienso que debemos asumir que la nuestra es una especialidad segura – puesto que sufrimos de la misma “erosión” que otros especialistas, desde “mercados” que pueden llevarse a nuestros profesionales a otros países o servicios, y en la que también existe una cierta “competición” desde otros profesionales de la salud. Mientras que la elección profesional es importante, y las habilidades de otros han sido totalmente reconocidas y puestas en valor, muchos países continúan sin ofrecer una formación suficiente a los médicos de familia para las necesidades de sus comunidades y fallan a la hora de ofertar unas condiciones equitativas, incluso no les apoyan lo suficiente en sus carreras.

Algunas regiones, como Iberoamérica, tienen la Medicina Familia integrada en la mayoría de los sistemas de salud de la mayor parte de sus países, mientras que otras regiones, como en África, tienen muy pocos países con un conocimiento global de nuestra especialidad. Incluso en un país como el Reino Unido, la elección de ser un médico de familia ha ido perdiendo popularidad a causa de una carga de trabajo excesiva y unas condiciones de trabajo inestables. De modo que nuestros esfuerzos deben continuar desarrollando el perfil de nuestra disciplina y nuestra experiencia, para conseguir más reconocimiento para su importancia y su estatus y para inspirar y formar a los otros esperando a que se nos unan.

Constantemente, me he sentido impresionada por los maravillosos médicos y médicas de familia que he conocido en mis visitas presidenciales, de modo que sé que tenemos mucho trabajo que hacer por una causa común. Y como expresidenta, de la misma forma que mis amados predecesores, continuaré apoyando a la WONCA y a su misión.

Muchas gracias
Amanda Howe